Pintar las fachadas de su edificio regularmente es una actividad recomendable. En exterior, la pintura es uno de los mejores protectores de los enfoscados en patios y fachadas y de los materiales metálicos expuestos a las inclemencias del tiempo, debiéndose mantener bien pintados para ahorrarnos futuros problemas de humedades y cuidar la estética del edificio.
Cuando los enfoscados de patios y fachadas se quedan sin pintura que los proteja, la lluvia empieza a filtrarse, creando muchos problemas como humedades por filtración, humedades por condensaciones interiores y desprendimiento de los enfoscados.
En piezas metálicas, como tubos del gas, barandillas, chimeneas, etc., la falta de pintura provoca la corrosión del metal.
La solución es pintar las fachadas con regularidad. Primero, hay que preparar la superficie a pintar, es decir, limpiando o lijando la superficie , reparando los desperfectos , sellando las grietas y utilizando la pintura adecuada para el trabajo que queremos hacer, todo esto con la mayor limpieza, utilizando para ello elementos para tapar como lonas, plásticos, cinta de carrocero.
En interior la pintura cumple la función de protección de las paredes y al mismo tiempo el embellecimiento de la estética de Comunidades, viviendas, locales, garajes, etc. Contando con una amplia gama de productos (estucos, plásticos, tierras florentinas, esmaltes, etc.).